En esta entrada quiero, a partir de todo lo analizado, leído y visto, crear mi visión crítica de la escuela actual y "adaptar" de algún modo esta a mi forma de pensar.
La escuela tradicional, esa a la que hemos asistido nosotros desde que comenzamos nuestra etapa educativa hasta hace escaso 1 año, creo que está totalmente fuera de lugar.
No quiero tampoco aportar una visión totalmente crítica, pues algún aspecto positivo debe tener (aspecto que yo aún considero no haber encontrado), pero si hacer referencia a mi rechazo hacia ella, pues creo que la escuela es mucho más que lo que nosotros pensamos.
La labor de los profesores, bajo mi punto de vista, es convertir la escuela y sus elementos en un lugar donde los alumnos se sientan cómodos, un lugar donde surjan retos que promuevan investigaciones e interés por parte de los alumnos.
Haciendo alusión a lo tratado en la conferencia, cabría destacar que los alumnos universitarios asistimos encantados a nuestras clases, ¿POR QUÉ?. La respuesta creo que es fácil.
Vemos sentido en aquello que aprendemos, sabemos poner la práctica y la teoría en común para así generar nuestro conocimiento y el espacio es totalmente distendido.
¿Qué nos impide realizar esto en las aulas de primaria? Tal como indico en el título de la entrada, "querer es poder".
Debemos innovar en nuestro método. ¿Acaso nuestros alumnos aprenden con clases magistrales donde el aburrimiento se apodera de ellos? ¿Realizar un examen es suficiente para calificar todo el progreso de un alumno?
Son miles los aspectos a tratar, pero me centraré en unos pocos.
La escuela lo es todo.
En la escuela es donde los niños pasan más tiempo a lo largo del año, más incluso que con sus padres.
¡Debemos aprovechar este punto a nuestro favor para exprimirlos y conseguir favorecer su creatividad y el desarrollo de su realidad!
Yo, futuro profesor, no concibo una escuela segregadora. La inclusión total me parece fundamental.
Del mismo modo, no apoyo una escuela en la que los niños sean obligados a realizar miles de ejercicios sistemáticos y repetitivos, como "deberes" en casa.
Cuando hacemos esto, estamos favoreciendo la desigualdad y, para colmo, a la hora de corregir los ejercicios, se señala a los alumnos intimidatoriamente cuando se equivocan.
Llamadme radical.. pero yo digo NO a los deberes, NO a los exámenes, NO a los libros de texto, NO a la segregación...
¿Qué hay de los niños y sus vidas? ¿No somos los profesores los encargados de hacerles aprender?. ¿Por qué no dejamos entonces que aprendan a través de sus experiencias, y sobre todo, del juego y sus compañeros?
La relación de niños de diferentes edades es algo que también alago de la metodología Montessori, Tonucci y Vigotsky. ¿Por qué no mezclar? ¿Acaso los niños no son capaces de aprender de sus mayores y ayudarse en la aportación de conocimientos unos a otros?
En esta entrada me he hecho demasiadas preguntas, tanto en su redacción como previo a ella.. y las he dejado aquí plasmadas.
Creo que tanto preguntar es bueno, y sobre todo, buscar e investigar para satisfacer mis preguntas con respuestas.
Como siempre digo, me queda un largo camino de conocer, para así poder responder a todas mis inquietudes, pero todo a pasito corto.
Gracias Miguel por tus aportaciones en tu blog y el campus, y gracias a Noelia y Manolo por su participación en nuestro camino formativo